Las organizaciones internacionales de la sociedad civil que trabajamos en Palestina mostramos nuestro profundo rechazo a las medidas represivas y punitivas contra la población palestina con las que el Gobierno de Israel está respondiendo a esta situación y que tienen un impacto directo sobre la vida de la población palestina que ya sufre una situación de crisis humanitaria derivada de los 49 años de ocupación israelí. Asimismo, condenamos enérgicamente cualquier tipo de ataque contra ciudadanos israelíes y palestinos y el dramático recrudecimiento de la violencia de las últimas semanas.
Desde que comenzaron los ataques y enfrentamientos violentos, el 1 de octubre, 7 ciudadanos israelíes y 31 palestinos han muerto, entre ellos seis niños, mientras que 1.400 palestinos y 50 israelíes han resultados heridos. En la Franja de Gaza 9 de las víctimas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes mientras ejercían su derecho a manifestarse.
Las ONGD internacionales que trabajamos en Palestina hemos constatado el incremento de los actos de venganza contra la población palestina amparados por la inacción de las fuerzas de seguridad de Israel que han llegado a impedir el acceso a la atención médica de algunos heridos. Por otro lado, vehículos y equipos de la Media Luna Roja Palestina han sido objeto de más de 50 ataques por parte de colonos israelíes y algunos miembros de los servicios sanitarios palestinos han sido víctimas de la violencia de los cuerpos policiales israelíes.
Para las organizaciones firmantes, las medidas represivas y punitivas adoptadas por el Gobierno de Israel contra la población palestina, como es el cierre de los barrios de Jerusalén Este, que viola flagrantemente el derecho a la libertad de movimiento de sus residentes, son inaceptables. Asimismo reclamamos medidas para prevenir los ataques por parte de civiles israelíes contra la población palestina.
A la vista de la existencia de testimonios que ponen en duda la veracidad de los hechos descritos por las fuerzas de seguridad de Israel en relación con las circunstancias que han conducido a las muertes de los presuntos atacantes palestinos, las organizaciones abajo firmantes solicitamos la apertura de una investigación independiente para establecer responsabilidades. El uso desproporcionado de la fuerza letal para prevenir los ataques de violencia aún en situaciones en que no existe un peligro mortal ha contribuido a incrementar el saldo de muertos palestinos de forma injustificada.
Por todo ello, las organizaciones abajo firmantes apelamos al Gobierno de España para que exija al Gobierno de Israel que:
- Reestablezca la calma evitando alimentar aún más la tensión con medidas que no hacen sino generar mayor violencia.
- Ponga fin a los castigos colectivos contra la población palestina, prohibidos por la legislación israelí y el derecho internacional humanitario, como la confiscación de las propiedades de los presuntos atacantes, la demolición de sus casas y la revocación de los permisos de residencia de sus familiares.
- Tome medidas para prevenir los ataques contra la población palestina y los actos de odio que amenazan la integridad física y la dignidad de los civiles palestinos.
- Asegure que las fuerzas de seguridad israelíes no se extralimitan en el uso de la fuerza y evitan el uso desproporcionado de la fuerza letal tal y como establecen los Principios Básicos de la ONU sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
- Garantice que los responsables de las muertes y los ataques violentos, sean palestinos o israelíes, sean llevados ante un tribunal y tengan un juicio con garantías de derecho basado en una investigación imparcial y exhaustiva de los hechos.
- Garantice el acceso de la población palestina a los servicios sanitarios, especialmente a los de urgencia.
- Ponga fin a la ocupación y la violación sistemática de los derechos del pueblo palestino que constituyen la anexión ilegal de Jerusalén Este, el bloqueo de Gaza y la ocupación de Cisjordania. Los terribles acontecimientos de los últimos días no constituyen incidentes violentos aislados sino que son fruto de 49 años de una ocupación ilegal que condena a más de cuatro millones de palestinos a vivir en la desesperación provocada por la opresión, la falta de expectativas de un futuro digno y la ausencia de derechos.