Desde Alianza por la Solidaridad el pasado 11 de junio de 2021 realizamos un taller de diagnóstico participativo sobre el entorno favorecedor como herramienta para la participación de mujeres migrantes y desplazadas, contando con 19 participantes, en su mayoría mujeres migrantes. A través de un diálogo activo, la creación de grupos de trabajo, la puesta en común de ideas y el debate se llegaron a distintas conclusiones en relación a las demandas que sostienen y los retos a los que se enfrentan las mujeres migrantes para con las entidades y la administración en la consecución de sus derechos y de su participación ciudadana, la creación de entornos favorecedores para la misma y las dificultades añadidas que ha supuesto el Covid-19 en su contexto.
En común se identificaron los problemas principales, y se propusieron soluciones a los mismos a través de acciones concretas.
En lo que respecta a derechos se concluyó que aunque existe una mayor concienciación y cambio social existe también una falta de voluntad política que lleve al reconocimiento de las mujeres migrantes como sujetas de derechos, romper esas barreras aunque algunas a día de hoy son infranqueables, puede lograrse a través de la regularización, el empleo digno, la conciliación laboral-familiar, y la creación de espacios de empoderamiento especialmente con las mujeres recién llegadas, para que sean conscientes de sus derechos y puedan ejercer y reivindicar los mismos de manera informada, entre muchas otras acciones.
Por otra parte, en lo que respecta a la participación se concluyó principalmente que: se necesita que exista una escucha activa por parte de la administración y de las entidades, que se tome en cuenta las distintas problemáticas de las mujeres migrantes y se actualicen sus peticiones en las agendas, que existan espacios propios, accesibles y más inclusivos y para ello se luche contra la xenofobia y el racismo, se supere el paternalismo y se fomente la horizontalidad, todo a través del apoyo, la escucha, y el reconocimiento a la labor de las mujeres migrantes.
Otro de las cuestiones principales que se trataron fue el cómo crear un entorno favorecedor a la participación, tema eje del taller. Se concluye que es clave abandonar el paternalismo y se manifiesta que en muchas ocasiones sólo se necesita información y no guía, “escuchar y apoyar” fue una de las frases más repetidas, pasar de la mentalidad de “trabajar para” a la mentalidad de “trabajar con”, es indispensable también la existencia de espacios de confianza antirracistas, la visibilización de las mujeres migrantes como sujetos activos, y por parte de la administración que se supere es asistencialismo antes mencionado, se provea información de calidad, se formen mediadoras y mediadores.
Por último se habló sobre cómo el Covid-19 había afectado la situación de las mujeres migrantes: agudización de la precariedad laboral, que en un contexto de crisis se hace aún más visible, aumento de las violencias atravesadas por el género y de los discursos de odio, grave impacto psicológico por la incertidumbre y la dificultad para recibir el apoyo de la administración. Se constata también que en el ámbito familiar existe una brecha digital y que hay grandes dificultades de conciliación, falta de apoyo en las tareas escolares cuando a menudo las/os progenitoras/es no tienen las herramientas para apoyar a sus hijas e hijos. Para luchar contra los nocivos efectos del Covi-19 se concluye que debe por encima de todo facilitarse la regularización, los trámites y los requisitos, garantizar el acceso así a ayudas y que evitar que tantas personas dependan del apoyo vecinal, y que el Estado aporte soluciones reales y coordinadas.